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    miércoles, 27 de abril de 2016

    Marvel Studios Review: Captain America: The Winter Soldier (Cine) (2014)


    This isn’t freedom. It’s fear

    I. Secret Empire
    Fue Benjamin Franklin quien hace más de doscientos años dijo que aquellos que entregan Libertad esencial por un poco de Seguridad temporal no merecen ni Seguridad ni Libertad. En Captain America: The Winter Soldier no hay duda que el personaje titular sigue la sabiduría de uno de los Padres Fundadores de su país. Aunque el subtexto político que la da cerebro a la cinta se encuentra ahogado casi en su mayoría por el torrente de impecablemente coreografiada acción, tengo que darle crédito por sus admirables aspiraciones, aun si no logra concretarlas de forma satisfactoria.

    La última vez que vimos que una película de superhéroes tratara ese tema fue en The Dark Knight, y es notoria la manera en la que sus protagonistas reaccionaron de maneras opuestas frente a estos potenciales pisoteos de los derechos civiles. Mientras que al ver la máquina de sonar de Lucius Fox el Encapotado inmediatamente señalo “Deme dos para llevar”, el Sentinela de la Libertad se vio incómodo frente a las implicaciones del Project Insight de S.H.I.E.L.D., para pesar de Nick Fury, quien se lo había mostrado cual padre orgulloso al ver como su hijo ha crecido; lo que lleva a que ambos tengan una breve discusión acerca de los derechos civiles en tiempos de guerra. Puedo perdonar la ligera disonancia cognitiva por parte del Capitán, quien se encuentra peligrosamente cerca de justificar las “concesiones” dadas durante la Segunda Guerra Mundial por el gobierno de los Estados Unidos con el mismo raciocinio que usa Fury; después de todo, él llevaba décadas congelado y tal vez aun no carbure bien. Además, el idealismo que expone es el que todos deberíamos de aspirar a tener. Esencialmente, el Cap tiene razón. “Apuntar una pistola gigante al mundo” no es seguridad y mucho menos libertad. Y aunque el elemento del guion que se utiliza para probar este punto – Project Insight – es adecuadamente quimérico para la clase de película que es, las implicaciones no están muy alejadas de la vida real del siglo XXI, en el que Fuego Infernal puede caer en cualquier remota villa con la esperanza de atinarle al menos a uno de los malhechores de rigueur. Volviendo a la obra de Christopher Nolan, al final la filosóficamente confusa posición de Batman respecto al fin justifica los medios se traduce a “ok, sólo por esta vez y ya”, por otra parte, la oposición de Cap ante las extralimitaciones gubernamentales es absoluta: Project Insight es repugnante y debe de ser eliminado, y si eso significa que S.H.I.E.L.D. debe de caer junto con él, aún mejor. Se puede argumentar que la organización se encontraba corrompida por HYDRA, pero es una distinción con una mínima diferencia; tal vez Fury no estaba de acuerdo en que Project Insight destruyera las esperanzas de los fans de Doctor Strange en todo el mundo, pero estaba completamente a bordo con la idea de que fuera una fuerza disuasiva. Arrancada de las páginas de los periódicos, la caracterización de Captain America lo pondría en muy cómoda compañía con Julian Assange y Edward Snowden, con la diferencia de que Cap es respaldado por una inefable estatura moral. Es el Capitán América, después de todo.


    No expandiré más sobre esto mas que para señalar que aunque nunca se me ocurriría decir que la película explora estos temas a fondo, se encuentran presentes, y es una de las razones por las que esta cuenta con un poco más de sabor que la mayoría de las películas de superhéroes. Como diría Alexander Pierce, tal vez el Consejo Mundial necesita alguien que lo supervise si van a ser tan liberales en la aplicación de los Derechos Civiles…

    II. Fugitive of S.H.I.E.L.D.
    Ya que mencioné el personaje interpretado por Robert Redford, déjenme hacer un par de observaciones. El señor Redford es un ganador del premio de la Academia y un creativo altamente reconocido y respetado. Esto, por sí mismo, no es particularmente interesante. Lo interesante es que Redford contactó Marvel Studios interesado en interpretar un papel en una de sus películas. Como fan de los comics, me sigue pareciendo sorprendente el calibre de actores y directores interesados en llevar a la pantalla grande las aventuras de estos fantásticos personajes con los que crecimos leyendo. El segundo comentario es que, con su inclusión, es difícil que la película no recuerde a grandes ejemplos del genero de Spy Thriller de los 70’s en los que Redford participó.

    Aunque los hermanos Joe y Anthony Russo son más conocidos por dirigir comedia metatextual en Arrested Development y Community; desde los primeros cuadros, los Russo muestran una adepta mano en emular ese tipo de historia que van más allá de mostrar el infame hotel Watergate — en caso de que la sola apariencia de Redford no recuerde lo suficiente a All The President’s Men. Una parte importante en crear la atmosfera es el lugar en el que la película se desarrolla, y no podría ser en ninguna otra ciudad mas que Washington D.C. que esta película tuviera lugar. Los Russo inician la película mostrándonos todos esos símbolos de poder que asociamos con la capital estadounidense: la Piscina Reflejante, flanqueada por el Monumento a Washington en un lado y el Memorial a Lincoln del otro.

    Aunque la película resulta siendo casi en su totalidad una montaña rusa de acción desenfrenada, en su corazón intenta ser como Three Days of the Condor. La paranoia del director Fury se encuentra recompensada cuando descubre que sí, realmente hay una conspiración dentro de S.H.I.E.L.D. y es asesinado por órdenes de Pierce que en realidad es un esbirro de HYDRA. La cinta toma fuerza cuando Cap es cuestionado por lo información que le dio Fury antes de morir, y tiene que dejar de lado todos los beneficios que le confiere el ser partícipe de la agencia de inteligencia más sofisticada del mundo. Lo que sigue son momentos en los que los personajes son caracterizados de manera muy sólida, seguidos de exposición y mucha, mucha acción.


    Para un par de directores casi desconocidos que jamás habían manejado acción a esta escala y presupuesto, los Russo se muestran muy competentes al manejar a la tarea. La acción es verdaderamente excepcional, con muy marcadas influencias de las películas de Bourne de Paul Greengrass, con el caos y la energía cinética incrementados de manera exponencial gracias a su presupuesto muy superior. Con excepción de la inevitable confrontación final, la película se siente muy tradicional en este aspecto. Colisiones de autos, armas de fuego, y un impresionante lenguaje visual para el Shieldfighting del personaje principal, Captain America: The Winter Soldier es uno de los mejores ejemplos de una cinta de acción en los últimos tiempos, aunque para llegar a eso se tengan que dejar de lado hasta cierto punto las aspiraciones iniciales de thriller que tenía.

    Como todas las películas de superhéroes, la trama en sí resulta uno de sus puntos relativamente débiles. Aunque las implicaciones políticas de Project Insight son interesantes, su implementación, con un trío de Helicarriers diseñados por descendientes de los ingenieros de la Estrella de la Muerte, su algoritmo y su dudosa capacidad de fuego empañan un poco el brillo que otrora tendría Captain America: The Winter Soldier.  Tal vez el día llegue que no tenga que resaltar este aspecto en una película del género, pero ese día no es hoy.

    III. (Real) Agents of S.H.I.E.LD.
    Este es el momento para comentar que Chris Evans se siente más que nunca como una excelente interpretación de Captain America. En muchas maneras, es un personaje más difícil de interpretar que, digamos, Tony Stark, con el cual solo se necesita el enorme carisma de Robert Downey Jr. para sacarlo a flote. Steve Rogers es por muchos considerado el más “plano” de los personajes de Marvel, así que Evans tiene que recurrir a un tipo de carisma más sutil, que refleje una inocencia bajo la superficie, pero sin dejar que cruce la línea a estupidez. Dado que Rogers es un personaje inherentemente heroico, no tiene un arco propiamente dicho que pueda afectar su personalidad de manera radical, por lo que se tiene que recurrir a un crecimiento menos obvio. El personaje de Steve Rogers progresa de ser un soldado que se encuentra incómodo ante las ordenes de sus superiores a una persona que, a pesar de su apelación militar, está más que preparado para tomar sus propias decisiones y convertirse en el héroe inspirador que se suponía que fuere sin necesidad del respaldo de otra autoridad más que su propia ética. Aunque no es tan emocionalmente resonante que el arco de Tony en Iron Man-Avengers-Iron Man 3, es muy satisfactorio para todos aquellos que somos fan del personaje.

    Cuando veo una película de superhéroes busco dos cosas: una es El Momento, y la otra es lo que un estimado amigo mío llama la Teoría Cuántica del Superheroismo. La primera concierne a esa escena en la que el superhéroe protagónico es mostrado en la pantalla llevando a cabo alguna acción que es inequívocamente algo que es particular a ese superhéroe; en otras palabras, cuando vemos la destilación del héroe. En cuanto a lo segundo, uno de los preceptos básicos de la Teoría Cuántica (porque un comentario de una película de superhéroes es el mejor lugar para hablar de Teoría Cuántica) es que la observación modifica el comportamiento: aplicado a los superhéroes, es el poder que estos tienen para inspirar a las personas “comunes”. Con la escena en la que Cap se comunica a todos los miembros de S.H.I.E.L.D., e incluso logra que un simple especialista en computación se arriesgue para detener a los Helicarriers, Captain America: The Winter Soldier satisface ambos puntos con una alta calificación.

    Como contraparte, Cap tiene al elusivo Winter Soldier. Era obvio desde la primera cinta que los productores no estaban precisamente eligiendo a un actor para que interpretara a Bucky, sino para que interpretara al personaje en el que eventualmente evolucionaría, y Sebastian Stan no decepciona. Su Winter Soldier es un hombre de pocas palabras, un asesino silencioso como el mejor de ellos, y su presencia se siente en pantalla. Diría que es un memorable villano, algo que escasea en las películas de Marvel, pero su villanía es parecida a la de Loki, y está destinado a cruzar la línea a antihéroe (y a héroe) aún más rápido que el dios de la travesura. Su identidad tiene un estatus extraño en la cinta, no es precisamente un secreto, pero no lo revelan oficialmente hasta la mitad de la cinta, curiosamente causando un par de sorpresas entre el público de las dos funciones a las que asistí. Aunque la relación entre Steve y Bucky es muy distinta a los comics, y nunca vimos a Cap enfrascarse en esas interminables recriminaciones que tanto le gustaban a Stan Lee por su muerte, su relación tiene suficiente carga emocional como para que el verdadero clímax de la historia ocurra de forma paralela al de la trama, mientras el ultimo Helicarrier es destruido y Steve le pide a Bucky que termine su misión.


    Tres otros personajes tienen un peso considerable en la trama: Black Widow, Nick Fury y The Falcon. De los dos primeros, podría decir que los Russo se encargaron de explorar un poco más sus personajes. Mientras que Fury ha sido una presencia constante en las películas desde esa mítica aparición después de los créditos de la primera Iron Man, poco se ha sabido de él. Aquí, durante su corto debate filosófico con Cap tenemos un vistazo más completo a su ideología, y el pasado que comparte con Pierce ayudan a esbozar sus razones detrás de ella. En cuanto a Natasha, de la cual podría decirse que es un personaje pobremente definido, los escritores y directores lo contextualizan como parte de su carácter; como un método de sobrevivencia en un mundo en el que mostrar su verdadera cara es un lastre para su desempeño. The Falcon es el que recibe solo esbozos a grandes rasgos, que sirven más que nada para reflejar los sentimientos de Cap vis-a-vis la muerte de Bucky, pero gracias a la actuación de Anthony Mackie y los fantásticos efectos detrás de su vuelo como The Falcon, creo que deja a la audiencia con ganas de ver más de este personaje.

    Mientras que los Russo hacen un gran trabajo con todos estos personajes, y Steve sigue siendo el protagonista de la cinta, tal vez se tiene un sentimiento parecido al que tuvimos algunos fans cuando anunciaron que la secuela de Superman tendría a Batman. Aunque me gustó la inclusión de Black Widow y The Falcon, siento que The Winter Soldier hubiera sido igual de fuerte, o tal vez más, si solo hubiera tenido a Captain America y Winter Soldier como enfoque único de la historia.

    IV. The New Deal
    Con cada película que estrena Marvel Studios, se alcanzan niveles de intertextualidad, tanto entre ellas mismas como entre sus materiales fuente, previamente inconcebibles para adaptaciones de comics. Además de toda esta charla sobre el estilo siendo influenciado por películas de espías de los 70’s, Captain America: The Winter Soldier es una adaptación de comics purasangre. La fuente con la que la mayoría de nosotros estamos familiarizados es obviamente la introducción de The Winter Soldier en la genial corrida del escritor Ed Brubaker. En ella, Brubaker convirtió en hamburguesa una de las vacas sagradas de Marvel: La muerte de Bucky, trayéndolo de vuelta como una reliquia de la Guerra Fría que no por eso dejaba de ser absolutamente letal.

    Además del arco de Ed Brubaker, la película se inspira en un poco conocido comic de finales de los 80’s: Nick Fury vs. S.H.I.E.L.D. escrito por Bob Harras con arte de Paul Neary, ambos reconocidos en los créditos; así que si se preguntaban porque el nombre de Harras está ahí, es por esto. En Nick Fury vs. S.H.I.E.L.D., Fury se da cuenta que su organización había sido infiltrada hasta los más altos niveles, por lo que pone en marcha un plan para descubrir la conspiración, el cual no funciona y debido a esto es considerado un traidor y tiene que escapar. Todo esto suena punto por punto como la trama de la cinta. El ultimo eslabón seria Secret Warriors, una serie escrita por Brian Michael Bendis y Jonathan Hickman, en la que se revela que S.H.I.E.L.D. e HYDRA están íntimamente ligados y lo han estado por décadas.


    Fidelidad a la letra es importante, pero lo mejor que tiene este universo cinematográfico de Marvel es la fidelidad al, si me permiten usar esta palabra sólo por esta ocasión, espíritu. Hace un momento mencioné que Nick Fury es asesinado, pero todo el mundo sabe que no escribes a Nick Fury siendo asesinado, sin embargo, escribes a Nick Fury fingiendo su muerte para completar una misión ultrasecreta en la que no puede confiar en nadie, la cual es la historia por antonomasia de Nick Fury. Y si esto te da oportunidad de plasmar Ezequiel 25:17 en su tumba falsa porque es interpretado por Samuel Jackson, ese pastel no puede tener más cerezas.

    ¿Qué hay de la transición de Bucky a Winter Soldier? La resurrección es uno de los clichés más prevalentes en los comics, tanto que aunque sea haya convertido en un recurso narrativamente barato por su uso excesivo, es tan parte de ellos como la ropa interior por fuera. Son muchos los elementos que forman parte del lenguaje narrativo de los comics, y en cada entrega de Marvel Studios estos se hacen más y más prominentes. Estamos llegando al punto en el que la Continuidad, esa construcción tan injustamente criticada en los comics pero que es la parte más fundamental de nuestro amor por ellos, es el pegamento que une a todas estas películas de superhéroes y las hace más fuerte que meramente la suma de sus partes. ¿Podemos esperar que Bucky tome el manto de Captain America por una película antes de que Steve haga su regreso triunfal en la siguiente, adaptando otra de esas historias fundamentales para los comics? Podríamos decir que no. Pero cuando leí la historia de Ed Brubaker en la que introducía a Winter Soldier estaba seguro que jamás la veríamos adaptada en una producción de alto presupuesto.

    V. To Serve and Protect
    No es una sorpresa que Captain America: The Winter Soldier ha tenido una recepción por la crítica que rivaliza a The Avengers. Es una película que cuenta con suficiente contenido político para darle un poco de inteligencia, con personajes bien desarrollados encarnados por actores que personifican sus características distintivas y con una gran cantidad de acción y aventura para todo público. Para los fans de los comics, es rica en referencias y reconocibles influencias, además de que funciona como película por sí misma y como parte de un tapiz mucho más amplio. Mientras que es decididamente una película de superhéroes, también incursiona en otros géneros, como parte del sorprendentemente elástico repositorio de estilos que permiten las cintas de Marvel Studios. Podemos decir que el estado de la Fase II de películas de Marvel es tan fuerte como un escudo hecho de vibranium, hierro exótico y un componente desconocido.
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