Hablar de Saint Seiya es evocar algunos de los recuerdos más
grandiosos de mi niñez. La
serie original que se transmitiera en los 90s en Latinoamérica sería un de los
hitazos más espectaculares de la TV en aquellos tiempos y juntando a eso las
películas (algunas exhibidas en salas de cine) y la mercancía (de las figuras
de acción más geniales de las que yo tenga memoria) hacían de “Los Caballeros
del Zodiaco” una fórmula de éxito.
Algunos años más tarde (una década, de hecho) los fans nos
enteraríamos de que el final que vimos en la TV hacia diez años no era
realmente el final definitivo de la serie. Resultaba que había un enemigo
definitivo para Athena y sus “santos” y que ahora sí, todos los caballeros,
incluidos los dorados, entrarían al quite. En esos momentos teníamos una idea
muy particular de los Caballeros de Oro: Eran los guerreros más poderosos de
Athena y lo único que habían hecho hasta entonces era masacrar a nuestros
héroes de bronce y quedarse paradotes cual guarura de antro
enfrente de sus respectivas Casas del Zodiaco mientras los demás se partían la
mandarina en Asgard, en el Reino Marino y en uno que otro templo maldito de
algún dios encolerizado. Menudos caballeros de Athena ¿No?
Pero todo tenía su explicación, y en la saga de Hades
tendríamos respuestas a todas esas dudas que teníamos al respecto y de pronto
los Caballeros de Oro se convirtieron en los personajes favoritos de la gran mayoría
de los fans. Guerreros de un poder inmenso que habían esperado al momento
preciso para demostrar su verdaderas capacidades. Personalmente fue un momento
catártico de niveles colosales ya que siempre me había sentido decepcionado al
saber que el caballero de mi signo era un "Papá Pitufo" de piel morada y
sombrerito de paja. Oh no, ahora era el caballero dorado de Libra, el más
sabio, uno de los más legendarios y sin duda de los más poderosos.
Al final del día los Caballeros de Oro eran los personajes más
idolatrados de todos y su sacrificio final en el Muro de los Lamentos le había
dado un cierre estupendo a sus aventuras pero, como siempre ocurre, nos dejaba
una sensación de vacío, después de todo su heroico acto nos privaba de
volverlos a ver de nuevo. O se creíamos.
A principios de año nos enteraríamos mediante a un teaser
trailer de una nueva aventura de los caballeros dorados, teniendo como
protagonista a un Leo de Aioria vistiendo una armadura divina ¿Qué demonios?,
¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? y ¿A qué horas? El entusiasmo solo se equiparaba a la
incertidumbre ¿Cómo rayos le iban a hacer para meter de nuevo a los Caballeros
de Oro en una serie?, ¿Sería canon?, ¿De qué trataba? Y principalmente ¿Cómo
chingaos van a tener armaduras divinas los Caballeros de Oro? Al transmitirse
el primer episodio nuestras dudas estaban lejos de ser contestadas y poco a
poco y de hecho casi hasta el final todas las respuestas y lo que creíamos eran
huecos argumentales se iban disipando hasta regalarnos una épica y emotiva
serie que a gusto de muchos de nosotros duraría demasiado poco.
Me es sumamente difícil no decir ningún spoiler al respecto
de la serie si es que pretendo hablar de ella, así que me limitaré a explicar el
escenario en general: Los Caballeros de Oro reviven en circunstancias más que misteriosas
en Asgard. Sip, la misma tierra helada donde los Caballeros de Bronce se
enfrentaron a Hilda de Polaris y sus 7 (bueno, 8) Dioses Guerreros. Y lo digo
literalmente. En esta serie se rememoran a los antiguos Dioses Guerreros y
tenemos una participación de la misma Hilda en la historia. Los caballeros
tienen que averiguar la razón de su resurrección y volver a pelear por “el amor
y la justicia” (suena a Sailor Moon, lo sé, pero ese es un lema que utilizan
mucho aquí también :P ).
Lo demás lo dejo a su cuenta, solo les pido que se pongan a
analizarlo un momento si es que no sienten que sea algo demasiado digno por lo
que debamos emocionarnos: los doce caballeros dorados revivieron, los DOCE.
¿Qué creen que pasaría si Aioria vuelve
a verse cara a cara con su hermano Aioros?, ¿Qué le diría Saga al mismo Aioros
si se lo volviera a topar de frente?, ¿Aioria y Shura tendrían oportunidad de
ahondar en lo que ocurriera tantos años atrás?, ¿Qué pensaran los caballeros al
tener una vida nueva a su alcance?, ¿Cómo interactuarían entre ellos?, ¿Máscara
de Muerte será digno de volver a usar su armadura dorada así como así? Todo
esto tiene su respuesta y créanme si les digo que todas ellas son gratamente
respondidas así que mi recomendación es que aprovechen su tiempo libre y se la
chuten en cuanto puedan.
La serie no tiene desperdicio (bueno, tal vez un poco
en la animación y los dibujos que de repente son un tanto feítos), quedé particularmente satisfecho porque le dieron esporádicos toques de humor, ligeros pero refrescantes y hasta me atrevería decir que necesarios para cualquier serie (no teman, no son chistes de pastelazo ni nada por el estilo, nuestra amada serie de golpes que desgarran el cielo y hacen grietas en la tierra no se ve afectada en lo mas mínimo) y la batalla
final fue tan emocionante que me evocó esos recuerdos de cuando veías por primera vez
a los caballeros alcanzar el séptimo sentido o cuando se les ponían las armaduras
doradas por primera vez. Simplemente lo más sensacional del mundo mundial.
La serie los dejará satisfechos, melancólicos y tristes al
mismo tiempo por el simple hecho de que haya terminado. ¿Qué sucederá a
continuación? Pues habría que preguntarle a Masami Kurumada. Ésta saga tiene inicio y final definitivos así que retomar algo de lo que aquí se haya
visto será sumamente difícil. En lo personal mi fe a Don Kurumada no es
exactamente ciega luego de lo que hizo con la prácticamente abandonada y
cancelada Saga de Zeuz y la repetitiva historia que aún se está escribiendo y
dibujando en formato Manga de Next Dimension. Solo nos queda esperar lo mejor y
estar preparados para lo peor.
Por el momento me quedo muy contento con ésta serie y enormemente
esperanzado de verla y escucharla en español con las voces que tanto queremos y
recordamos del doblaje original siempre y cuando los estudios y sindicatos de
actores no lo permitan (¿Verdad SDI Media de México? HDP).
Calificación, muy posiblemente manipulada por la nostalgia
y el fanatismo: 5 de 5 rayitos en mi
botesómetro.
¿Conseguirla en su versión casera? Dependerá del doblaje,
tengamos fe en Athena y esperemos que sí.
#BotePower